EL NIÑO QUE HAY EN TI


Cuando crecemos y llegamos a la adultez quedan adormecidos algunos aspectos que cuando éramos niños eran tan naturales. Estas cosas NO son las que dice el apóstol Pablo que cuando yo fui hombre dejé lo que era de niño.

RESCATEMOS ESTOS ASPECTOS:


1. SER CURIOSOS: muchos hemos perdido el ser investigadores, curiosos como los niños, para buscar nuevas opciones que sirvan para mejorar las cosas a nuestro alrededor.
2. SER ESPONTANEOS: olvidarnos de “ el qué dirán” para que manifestemos un reconocimiento, una felicitación, un consejo, un chiste.
3. DEMOSTRAR  EMOCIONES: seamos auténticos, sinceros, manifestemos cariño, no ocultemos nuestros sentimientos para que otros conozcan cómo somos realmente.
4. SER UN LUCHADOR INCANSABLE E INVENCIBLE. Cuando éramos bebés y recién caminábamos si nos caíamos nos levantábamos, si llorábamos luego nos reíamos, si queríamos algo lo pedíamos hasta conseguirlo, sentíamos que teníamos todo el poder del mundo y que lo podíamos conquistar. No perdamos esta valentía.
5. NO GUARDAR RENCOR.
6. SER CREATIVOS. Busquemos opciones para superar retos a los que nos enfrentemos, creemos nuevas soluciones, desarrollemos talentos.
7. PERSEGUIR SUEÑOS. Tengamos grandes aspiraciones como los pequeños, sin limitarnos, sintiendo una motivación imparable.
8. ACEPTAR A TODOS POR IGUAL. Sin importar condición económica o social, edad y sexo.




Bibliografía consultada: La Biblia, 1 Corintios 13:11  y el libro HIJOS GENIALES, de Elisa Chávez, 2001.
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